Un antidepresivo con sabor a vino

Siempre escuché que beber una copa de vino al día es bueno para el corazón, pero que es un antidepresivo, eso sí que es nuevo para mí.Enrique Rojas presidente de la Fundación para la Investigación del Vino y Nutrición dijo que un vino de calidad entre 11 y 13 grados es un alimento, y también un antidepresivo, cuando se bebe con moderación.

Una o dos copas de vino al día tienen efectos beneficiosos para el organismo, y también efectos psicológicos. El vino es antioxidante, bactericida, vasodilatador, regula la tensión arterial y la hipoglucemia.


Pero como también ofrece beneficios psicológicos, es calificado como antidepresivo. Actúa sobre el ciclo metabólico del azúcar y los neurotransmisores cerebrales como la serotonina, dopamina y la adrenalina. Y tiene efecto ansiolítico, porque disminuye las tensiones emocionales, según Rojas: “produce un aumento de la capacidad de comunicación y de pensamiento”.


Al parecer el vino no sólo es bueno para el corazón, sino que también es bueno como antidepresivo. Cada vez más son las razones que indican que no debo dejar de tomar vino. Bueno para el corazón y para el humor… ¡perfecto!

Vinos para estas Navidades

Ahora sí: tenemos la comida, los invitados, el cava para brindar y las copas para después pero, ¿qué vino servimos? ¿con qué maravilloso "licor de baco" podemos maridar una cena tan variada como la de Navidad?

No hay una buena comida sin su bebida correspondiente. En estas fiestas es fundamental contar con una buena selección de vinos y cavas que mariden con el menú elegido en cada ocasión.

Hay muchos consejos para maridar cenas con menús tan completos, pero el más importante de todos es: No existe una fórmula única para afrontar un maridaje. Una vez reconocido esto, lo que sí podemos es facilitarte una serie de consejos útiles para que tú elijas los vinos que quieres servir en tu cena de Navidad. ¿Vamos con ellos?

  • Siempre debes tener en cuenta que ésta suele ser una cena con invitados. Así que trata de tener en cuenta sus gustos, aunque sólo (o especialmente) se trate de la familia más cercana.
  • Si el vino no está en las preferencias de tus invitados, no intentes convencerles con maridajes audaces que despierten sus sentidos. Lo prioritario es pasarlo bien.
  • El maridaje más coherente va desde los vinos más secos y suaves a los vinos más potentes y dulces. Pero, atendiendo a los gustos de cada uno, la mejor opción es sugerir un maridaje tipo al mismo tiempo que pones a disposición de tus invitados todos los vinos a beber, para que cada uno elija el/los que quiera en el momento que le apetezca. Si alguien se inclina por un sólo vino, o por tomarlos en un orden diferente al estándar, es su elección.
  • Las Navidades son las mejores fechas para empezar una cena con vino blanco, porque muchos de los vinos blancos de la añada 2011 habrán acabado de salir, y estarán frescos y en plenitud de condiciones. Una buena selección serán los blancos godellos ó un delicioso verdejo de Rueda.
  • A medida que pasan los platos se aconseja ir subiendo la potencia del vino, entre otras cosas porque el olfato y el paladar se saturan y no se aprecian los aromas con tanta facilidad. Es el momento de los tintos de uvas más carnosas y de los vinos con barrica, como un buen crianza ó reserva de Ribera del Duero (vinos estructurados y potentes) No olvideis abrirlos al menos media hora antes de degustarlos.
  • El vino dulce es el preferido para terminar la comida. En España somos golosos por naturaleza, el surtido de dulces navideños es amplio y las sobremesas largas, así que una copa de Pedro Ximenez, por ejemplo, nos ayudará a terminar la cena de una forma más que agradable.

Y sobre todo, disfruta del momento. Piensa que a lo mejor ha sido un año duro, pero que dará paso a otro mejor. ¡Disfruta!