Una o dos copas de vino al día tienen efectos beneficiosos para el organismo, y también efectos psicológicos. El vino es antioxidante, bactericida, vasodilatador, regula la tensión arterial y la hipoglucemia.
Pero como también ofrece beneficios psicológicos, es calificado como antidepresivo. Actúa sobre el ciclo metabólico del azúcar y los neurotransmisores cerebrales como la serotonina, dopamina y la adrenalina. Y tiene efecto ansiolítico, porque disminuye las tensiones emocionales, según Rojas: “produce un aumento de la capacidad de comunicación y de pensamiento”.
Al parecer el vino no sólo es bueno para el corazón, sino que también es bueno como antidepresivo. Cada vez más son las razones que indican que no debo dejar de tomar vino. Bueno para el corazón y para el humor… ¡perfecto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario